El 24 de Junio de 1969, se promulgó la ley de reforma agraria que resultó más radical que la cubana. Con ello, después de 148 años de la declaración de independencia del virreinato del Perú, al fin las población nativa era liberada de sus opresores desde que perdieron su territorio en el siglo XVI. Pero para EE UU, Velasco se pasó de la raya y se convirtió en un serio peligro para sus intereses pues aunque a las empresas norteamericanas expropiadas se les pagó el justiprecio, el asunto era el mal ejemplo en la región. Había que acabar con esa revolución antes que sea demasiado tarde.
La contrarrevolución se puso en marcha subrepticiamente con todos los testaferros políticos interesados en la vuelta al pasado. La traición acabó con la gestión de Velasco ofreciendo “profundizar la revolución”. La Reforma Agraria no pudo desarrollarse como estaba planificada y solo se quedó en su primera etapa de expropiación y adjudicación truncándose las siguientes etapas de gestión empresarial y tecnificación. La contrarrevolución procedió a desmontar las reformas pero no pudo revertir la propiedad de las tierras entregadas a los campesinos. Volvieron los odios y volvió la subversión armada y otra vez el derramamiento de sangre entre peruanos.
He dado mi versión de los hechos de manera sintética, omitiendo muchos detalles pero considero que es necesario que los jóvenes conozcan lo que la historia oficial oculta. El proceso histórico de los acontecimientos sociales tiene su razón de ser en la evolución de la lucha de los pueblos. No es nada fácil obtener logros. Estos no llegan solos. Hay que luchar por ellos. Si bien la reforma agraria fue un acto de justicia social aún quedan pendientes otras ataduras que impiden a las peruanos ancestrales recuperar lo que por derecho histórico les pertenece.
El 24 de Junio es una fecha de significación histórica. La Reforma Agraria se dio en esa fecha porque los nativos generaron los motivos para que el 24 de Junio sea declarado en 1930 "Día del Indio" pues en esa fecha las comunidades indígenas acostumbran desde tiempo inmemorial festejar la fecundidad de sus rebaños y bendecir las semillas de sus sementeras.
Ese día era feriado a partir de las 12 horas y se rendía homenaje a la población nativa en los centros educativos, y otros lugares culturales resaltando sus virtudes. Con el gobierno de Velasco se cambió a “Día del Campesino”, efemérides que la seudo “democracia” ha pasado al olvido. Solo los que no nos dejamos domesticar por la cultura de la dominación tenemos presente lo que el oficialismo sepulta. Pero algún día llegara la redención total de los peruanos ancestrales. Atte. Milciades Ruiz (AHUA)
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