Hoy 20 de setiembre se cumplen 192 años de la creación del Congreso de la República, Poder del Estado encargado de elaborar las leyes que dirigen los destinos del país.
El Perú nace como una Nación libre e independiente a raíz de un largo proceso emancipador iniciado desde las primeras rebeliones de indígenas y criollos, el cual tuvo su momento cumbre en la Declaración de la Independencia Nacional, el 28 de julio de 1821.
Los fundamentos doctrinarios de ese proceso estuvieron directamente vinculados con el ideario democrático por el cual se buscaba garantizar la plena vigencia de los derechos y deberes de los ciudadanos, la consolidación del ordenamiento jurídico y político del país, el respeto a la Constitución y las leyes, el bienestar de la población, y la irrestricta vigencia de las garantías y los derechos individuales.
Uno de los principales medios para concretar ese ideario y garantizar el cumplimiento de sus objetivos fue la división del poder en tres campos distintos: ejecutivo, legislativo y judicial, autónomos entre sí.
El Poder Legislativo, específicamente, es ejercido por el Congreso de la República, cuyos miembros son elegidos por la ciudadanía en comicios generales y, por lo tanto, ejercen sus funciones representando la voluntad popular.
La primera convocatoria a un Congreso Constituyente fue realizada por el general don José de San Martín y Matorras mediante el Decreto Nº 146, del 27 de diciembre de 1821, que disponía que se instalase el 1º de mayo de 1822. Pero, por no haber terminado oportunamente sus labores la comisión encargada de elaborar el reglamento de elecciones, la instalación fue postergada para el 28 de julio del mismo año.
El mencionado reglamento fijó el número de diputados -79 propietarios y 38 suplentes- los cuales serían elegidos con arreglo al cálculo de la población de cada departamento.
Los primeros diputados se reunieron el 20 de septiembre de 1822, a las 10 a.m., en Palacio de Gobierno. Desde allí se dirigieron a la catedral a solicitar la asistencia divina, mediante la Misa Votiva del Espíritu Santo que celebró el dean gobernador eclesiástico del Arzobispado de Lima, Dr. Francisco Javier de Echagüe.
Concluida el Santo Oficio se entonó el himno “Veni Sancte Spiritus”, después de lo cual el deán hizo una exhortación a los diputados sobre la protestación de la fe y el juramento que debían prestar. Enseguida, el ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Francisco Valdivieso, pronunció la fórmula de juramento:
«¿Juráis conservar la santa religión católica, apostólica, romana, como propia del Estado; mantener en su integridad el Perú; no omitir medio para libertarlo de sus opresores; desempeñar, fiel y legalmente los poderes que os han confiado los pueblos; y llenar los altos fines para los que habéis sido convocados?».
Los diputados respondieron:
«Sí, juramos».
Después de ello pasaron de dos en dos a tocar el libro de los Santos Evangelios. Para finalizar el acto, San Martín añadió:
«Si cumpliereis lo que habéis jurado, Dios os premie; y si no, Él y la Patria os lo demanden».
A continuación, el gobernador eclesiástico entonó el Te Deum seguido por el coro. En ese momento resonó en la Plaza Mayor una salva de 22 cañonazos, repetida en el Callao y en los buques de la Armada. En la ciudad se produjo un repique general de campanas hasta la llegada de los diputados a la sede de la Universidad de San Marcos.
Luna Pizarro el primero
El primer Congreso Constituyente fue instalado el 20 de setiembre de 1822 en la capilla de esa universidad, ubicada entonces en parte del terreno que corresponde actualmente al Palacio Legislativo. Ante él renunció San Martín, dejando a la Nación en libertad para decidir su destino. En aquella oportunidad el Protector pronunció la siguiente alocución:
«Peruanos:
Desde este momento queda instalado el Congreso Soberano y el pueblo reasume el poder supremo en todas sus partes».
Una vez retirado San Martín de la sede del Congreso, los diputados eligieron como Presidente y Secretario momentáneos a los doctores Toribio Rodríguez de Mendoza y José Faustino Sánchez Carrión. Enseguida, se procedió a realizar la elección de la primera junta directiva del Congreso. Resultaron elegidos: Presidente, el Dr. Francisco Javier de Luna Pizarro; Vicepresidente, don Manuel Salazar y Baquíjano.
Ante la renuncia irrevocable de San Martín, el Congreso asumió provisionalmente el ejercicio del Poder Ejecutivo. Por ello designó una comisión, denominada Junta Gubernativa del Perú, compuesta por tres de sus miembros: José de La Mar, Felipe Antonio Alvarado y Manuel Salazar y Baquíjano. (PRENSA-CONGRESO)
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