No ganó la alcaldía de Bagua, pero fue ganador en las elecciones porque con su lema "manos limpias" supo encarar una campaña muy disputada. Javier Julón Pérez no estuvo a la altura de lo que los "políticos" quisieran haber visto, pero colmó la expectativa de los nuevos jóvenes políticos. No habrá tenido los pergaminos de los intelectuales, pero su mensaje fue claro, sencillo y vinculado con las aspiraciones reales de Bagua.
Rodeado de gente entusiasta y trabajadora, gente dispuesta a dar de sí, Javier Julón se granjeó la simpatía de multitudes porque hizo un trabajo casi de casa en casa. Dando la mano en forma franca y no como el político que saluda solo en campaña.
Decencia que deja docencia
Una virtud del ciudadano Javier Julón fue no hablar mal de sus contendores ni menospreciarlos. Actuó como el deportista sabio que no juzga mal del rival si no lo ha enfrentado. No significa que los tenía miedo sino que los tenía respeto porque al final también eran humanos como él.
Decencia que deja docencia
Una virtud del ciudadano Javier Julón fue no hablar mal de sus contendores ni menospreciarlos. Actuó como el deportista sabio que no juzga mal del rival si no lo ha enfrentado. No significa que los tenía miedo sino que los tenía respeto porque al final también eran humanos como él.
Desde el 2015, se tornará en el futuro candidato a ser alcalde de Bagua y de no aparecer un financista millonario para otro candidato desleal, Javier sería una buena alternativa junto a otros candidatos que también brillaron con luz propia.
Javier Julón Pérez no ganó esta vez la alcaldía de Bagua pero ganó al pueblo bagüino que en buen número votó por él con una conciencia sin presión de ningún tipo.
El mejor candidato sin duda Javier Julón debió ganar