Por Marita Herrera Arévalo*
Todos sabemos que el Congreso de la República es una de las instituciones más desprestigiada del país junto con la policía y el poder judicial. Pretender que donando el sueldo se va mejorar la aceptación del congreso es un insulto a la población, porque en el fondo, es creer que el aprecio de la gente se puede comprar.
Los desastres naturales van a manifestarse de manera recurrente en los próximos años y con mayor intensidad. Debemos recordar que el Perú es el 2do país a nivel mundial más vulnerable a los efectos del cambio climático. Por esta razón se necesita un programa de inversiones de gran magnitud para hacer frente de manera efectiva a los desastres futuros.
Con buenos proyectos es posible evitar muchos daños materiales y pérdida de vidas humanas. Es imperativo un Plan Nacional para rediseñar las ciudades. Compatriotas, no es un secreto, y está demostrado científicamente que el Fenómeno El Niño se manifiesta periódicamente en las costas peruanas históricamente, habiendo causado la extinción de las culturas que se asentaron en Las desérticas tierras, la más emblemática;Los Moches. (Fuente: Nationalgeographic.com.es; La corriente de El Niño y el destino de las civilizaciones. Brian Fagan. Gedisa, Barcelona, 2010.). A la naturaleza no se la puede desafiar, pero con buenas decisiones políticas, la ingeniería puede mitigar sus efectos.
Volviendo a lo nuestro: ¿Donar el sueldo de los congresistas? Solo será un parche y los críticos dirán, es insuficiente, que donen otro sueldo. Y nunca se conformarán; porque lo que en el fondo buscan es mostrar su descontento (o su autoritarismo) frente a esta institución del estado. Compatriotas, todas las personas no somos iguales, no nos pueden meter en un solo saco a todos. Hago un llamamiento al ejecutivo para que asuma el rol que le corresponde; tenemos nuestra fuerza armada que está capacitada para afrontar estas contingencias. Este desastre debe ser visto como una oportunidad para hacer cumplir la ley y reordenar el territorio. Cómo es posible que se haya permitido construir viviendas en zonas vulnerables?
A los críticos y a la ciudadanía en general me dirijo para pedirles que no busquen chivos expiatorios y culpen de los males de nuestra patria a los congresistas. No tenemos cultura de prevención, hemos crecido de manera desordenada. Si no realizamos cambios drásticos en la infraestructura y en la ocupación del territorio, dentro de 15 ó 20 años estaremos lamentándonos nuevamente de estar viviendo en este círculo vicioso.
Finalmente para concluir quiero hacerles entender que hay dos posiciones:
Primera: Modernizar la infraestructura para poder mitigar los efectos de los desastres naturales
Segunda: seguir en lo mismo lamentándonos cada vez que se presenta el Fenómeno del Niño y terminar en los libros de historia.
* Congresista del la República
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