Autor: Mariano Mejliker (Gerente de
Alianzas y Canales)
Estamos viviendo
en la Era de la Transformación Digital, en pleno desarrollo de una revolución
tecnológica inteligente. La inteligencia
artificial es la protagonista en el nuevo escenario global. Está presente en la vida privada, en la
pública y en el mundo laboral, contribuye a segmentar audiencias, conocer sus
necesidades y gustos, y así poder ofrecer respuestas satisfactorias.
El desarrollo
tecnológico alcanzado permite la automatización de procesos y un mayor
conocimiento del otro (cliente/público/consumidor/usuario) y sus necesidades.
El concepto de
“Internet de las Cosas” (en Inglés, “Internet of the Things” o IoT) es la interconexión digital de los
objetos a través de Internet. Esto
conlleva inteligencia, conectividad, capacidad sensitiva de los objetos,
comunicación, ahorro de energía, mayor seguridad.
Ese intercambio
de datos entre Internet y el mundo físico pretende mejorar la experiencia de la
vida diaria. Los objetos cuentan con
sensores que perciben movimientos, temperaturas, pesos, etc.; hay un software
que los almacena y “traduce” esa
información a lenguaje digital para, luego, comunicarla a través de otros
dispositivos, de modo de poder conocer un escenario dado y, a la vez, prever
escenarios futuros. Lo más destacado de
esta nueva posibilidad es que IoT posibilita tomar decisiones en función de
esas alternativas de escenarios futuros que pueden plantearse a través de los
datos provistos. El objetivo de IoT es
poder anticiparse a las necesidades y eficientizar recursos. Ya se han hecho varias películas en las que se
puede predecir el futuro y, ante situaciones de potenciales crisis, crímenes o
desastres, actuar en el presente para que no se produzca un determinado efecto
en el futuro. Esto también puede
pensarse de esa manera en lo que se refiere al gerenciamiento de personas en
las organizaciones.
La
revolución de Internet of the Things
también llega al mundo corporativo y a RH
Todo lo que se
crea, en principio, está destinado a solucionar un problema, a responder a una
necesidad, a mejorar el entorno en el que vivimos.
El mundo
laboral, empresarial, no es ajeno a la llegada de nuevas tecnologías, también
forma parte de la transformación digital que vive la humanidad en todo orden de
cosas.
IoT exige que se pueda
utilizar “la nube”, tener tecnología para subir y bajar información de
Internet, en cualquier momento y lugar.
Pues esto ya existe hace tiempo, muy universalizado en la vida
cotidiana. Por otra parte, los sistemas
de gestión de RH actuales ya lo permiten.
Se puede trabajar en forma remota y desde cualquier lugar obtener,
agregar o modificar datos de los colaboradores, incluso con autogestión. Esto hoy ya es realidad.
La revolución de
IoT también llega a RH. En los ambientes
de trabajo también se podrá disponer de elementos de alta tecnología con capacidad
para percibir temperaturas, movimientos, volúmenes, energías, para recabar
datos que, gracias a analíticos, serán tenidos en cuenta para percibir con
mayor detalle un escenario laboral dado.
Esa información permitirá descubrir las necesidades de los colaboradores
y actuar en consecuencia. Será
información crítica para tomar decisiones en función de mejorar los ambientes
de trabajo, crear un buen clima laboral, definir equipos de trabajo eficientes,
etc.
La IoT aplicada
a RH ya no se trata de detectar el stock de un centro de distribución, la
cantidad de materia prima de una fábrica productora o de verificar el correcto
funcionamiento de equipos de salud de un hospital, sino que se refiere a la
gestión de datos asociados con las personas. Con la información que se obtenga
de lo que sucede en una empresa, en un sector, IoT permitirá crear espacios de
trabajo más flexibles, con mayor cantidad de elementos y equipos con conexión a
Internet, y no solo dispositivos relacionados con el trabajo específicamente,
sino todo lo que se encuentre presente en el entorno laboral.
A través de IoT,
RH cuenta con más y mejor información para procesos de reclutamiento y
selección, de capacitación y, lo que es más interesante, recibe información
fehaciente para saber cómo crear un buen clima laboral o cómo mejorarlo.
RH podrá conocer
los pormenores de cómo interactúan los colaboradores; cualquier objeto será
fuente de información. Con IoT se tendrá
acceso a datos objetivos con mayor detalle de procesos y tareas; se podrán
optimizar las tareas de gestión, medir el talento y la competitividad, así como
la eficiencia. Y, desde luego, los
analíticos serán protagonistas, para poder interpretar escenarios, e
incluso preverlos, de modo de prevenir crisis también en lo concerniente a la
tarea de RH.
La información
que llegará sobre las personas serán gestos, actitudes, tonos y volumen de la
voz en su interrelación con los otros.
También se podrá detectar si hay mayor eficiencia en ciertos horarios,
espacios o bajo ciertas temperaturas…
Parece ciencia
ficción pero lo cierto es que IoT ya está entre nosotros.
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