Trabajo siempre habrá, lo que cambian son las tareas
que necesita la sociedad en el nuevo milenio.
Autor: Sara Mendoza Figueroa – Gerente de Marketing – VISMA|Raet para
Latinoamérica
En plena Era Digital es verdad que
muchos trabajos desaparecen con el avance
de la tecnología. Sin embargo, la
buena noticia es que surgen otros nuevos, muchos de ellos impensados y
cercanos a lo que -décadas atrás- se consideraba ciencia ficción.
El trabajo del futuro ya está
siendo realidad hoy. Actualmente, se
solicita mucha más especialización y ya no tantos generalistas. Algunos trabajos de “hoy” no existían una década
atrás; por ejemplo, tal es el caso de community managers e influencers,
biólogos informáticos, especialistas en Big Data y Analytics, entre otras
actividades.
Los robots y los procesos de
automatización hacen que progresivamente vayan desapareciendo algunas tareas
que antes ejecutaban las personas: cajeros de bancos y supermercados, venta por
telemarketing, atención al cliente vía telefónica, etc. Y esta
lista va a seguir creciendo, puesto que el desarrollo tecnológico lleva a que
en un futuro cercano ya no se necesiten choferes (ni de autos particulares ni
de transporte público), minoristas de ciertos mercados, redacción técnica,
traslado de mercaderías, venta de inmuebles, etc.
La tecnología avanza y el mundo
hoy cuenta con novedades que se van instalando en la vida cotidiana: drones que
ya no solo pueden sacar fotos de obras o campos desde el cielo sino también
distribuir medicinas, productos y alimentos en lugares de difícil acceso;
impresoras 3D que hasta pueden producir alimentos; criptomonedas que hay que
saber cómo administrar; automóviles autónomos; diseño de sistemas de energía en
el espacio exterior; diagnósticos médicos precisos a distancia, etc. Los jóvenes deben prepararse para ese nuevo
mundo, y los adultos, también. Hay que
capacitarse para no quedar afuera de lo que proponen las nuevas tecnologías.
Si bien se sabe que se necesitarán
profesiones hasta ahora desconocidas, no caben dudas que a futuro hay grandes
temas que requerirán un amplio desarrollo de tareas, de modo de satisfacer las necesidades
crecientes de una nueva sociedad:
·
Una población de mayor edad. Según la OMS (Organización Mundial de la
Salud), hacia 2025 el 63% de la población mundial vivirá más de 65 años y
algunos mucho más de 100 años. Esta
población de adultos mayores afectará notablemente las economías a nivel
mundial. Sin embargo, si tenemos una
mirada optimista, surge un segmento que requerirá de médicos especialistas en
gerontología, cuidadores de abuelos, expertos en planificar actividades para la
3ª edad (cuidados físicos y psicológicos, así como entretenimientos y viajes).
·
Gran cantidad de gente con mayor conciencia del cuidado del medio
ambiente.
Esto puede provocar una vuelta a las pequeñas granjas locales. La gente comenzará a cultivar su propio
alimento en forma sustentable, para abastecer las necesidades familiares. Seguramente crecerá el segmento de
productores agropecuarios artesanales -de hecho, ya está sucediendo-, lo cual
cambiará la dinámica de este sector de la economía.
·
Nuevas producciones de alimentos basadas en la eficiencia genética
de las especies.
Surgirán nuevas investigaciones para optimizar al máximo los recursos y
las superficies de que se dispone para obtener alimentos para una población
mundial que crece exponencialmente.
·
Creación de contenidos digitales. Los canales de comunicación digital son los
grandes protagonistas del nuevo milenio y se fortalecen cada vez más, con una
segmentación antes nunca tan específica.
Aparecen alternativas para pequeños grupos con gustos y necesidades bien
determinadas según cada nicho. Una
oportunidad para desarrollar nuevos negocios bien específicos para cada target.
·
Desarrollo de la robótica. Esta tecnología será cada vez más avanzada,
por eso se necesitarán especialistas, desde ingenieros desarrolladores de
robots hasta expertos en reparación y actualización de equipos.
·
Viviendas inteligentes. El Internet
de las Cosas o IoT (por sus
siglas del inglés “Internet of the Things”) está cambiando también la forma de
vida de la gente en sus hogares. Esta
nueva dinámica hace que se necesiten nuevos especialistas que hasta ahora no
existían. Surgen nuevas necesidades que
requieren puestos de trabajo que no existían: ingenieros y técnicos
especializados en el funcionamiento de casas inteligentes.
·
Realidad Virtual en la vida cotidiana. Ya se está utilizando la realidad virtual
tanto para el trabajo como para el entretenimiento. Se necesitan expertos en contenidos de este
tipo, tanto para capacitación y conferencias como para viajes y turismo virtuales,
además de continuar con el entretenimiento.
Se trata de un nuevo universo a partir del cual surgen oportunidades
laborales para escritores, diseñadores, productores, actores, programadores.
·
Especialización en Big Data y el Análisis de esa información (Analytics). Ya muchas personas se están capacitando en la
comprensión y el desarrollo de algoritmos para interpretar la increíble
cantidad de datos que hoy existe a nivel público. Herramientas analíticas contribuyen a
predecir escenarios y, por consiguiente, contar con datos precisos para tomar
mejores decisiones. Estos especialistas
son y serán muy requeridos.
·
Impresoras 3D. Se necesitan -y es una tendencia creciente-
especialistas en diseño para estos nuevos equipos, diseño para la concepción de
productos inorgánicos y orgánicos.
Surgen muchas oportunidades laborales.
·
Aprendizaje y capacitación on-line en los ámbitos laborales. Esta nueva modalidad lleva
a la necesidad de profesores o capacitadores independientes, idóneos para
estructurar seminarios, subirlos a Internet y, a través de marketing digital,
ofrecerlo a las empresas y gestionarlo correctamente.
·
Profesionales freelance, capaces de formar equipos para proyectos
puntuales.
Este tipo de perfil es cada vez más requerido. Las empresas prefieren contratar los
conocimientos y la gestión de un profesional, de un especialista, “llave en
mano”. Esa persona es quien lidera el
proyecto y arma equipos “ad hoc” según lo que se necesite. Es más eficiente y asegura mejores resultados
a las organizaciones.
No hay que tenerle miedo a la
tecnología y la digitalización.
Solamente… hay que adaptarse y seguir adelante.
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