Autor: Antonella Basile (Account Manager–
Raet Latinoamérica)
En las organizaciones actuales, en
un mismo equipo de trabajo pueden llegar a convivir hasta cuatro o cinco
generaciones. Cada una tiene distinta
forma de interrelacionarse, de comunicarse, no solo a nivel del lenguaje (oral
o escrito) sino en formas de moverse, modales, inclusive en todo lo referente
al uso de espacios individuales, la forma de vestirse, acercarse al compañero y
-de alguna manera- tener contacto físico.
Según la generación de que se
trate, hay que respetar ciertas “formalidades” que en otras, no; y viceversa. Algunas veces sucede que los más jóvenes pueden
llegar a percibir desconfianza por parte del otro si éste no le comparte cierta
información, por mínima e insignificante que sea.
O también puede ocurrir que en un
mismo equipo haya quienes piden “reunirse”, otros que solicitan “dame un call”
o “mandame un e-mail” y otros que resuelven todo con un “hablemos por What’s APP”.
Baby Boomers, Generación X y Millebaby
boomers, gnnials (Generación Y), cada generación con sus propios códigos y características. Pero, ¿cómo es cada grupo?...
Baby Boomers: Nacidos entre 1946 y 1965
son leales a la empresa, con foco en los procesos, buscan oportunidades de reto
y significativas para seguir creciendo en el trabajo y continuar aprendiendo. Orientados al servicio y comunicación formal
“cara a cara”.
Generación X: Nacidos entre 1965 y 1980
son personas flexibles, adaptables, con interés de desarrollo general. Independientes, creativos y con la idea de
cambiar sistemas.
Los Millennials: Nacidos entre 1980 y
1995 son súper sociables y tecnológicos. Esquema flexible y feedback constante. Siempre
priorizando el equilibrio del trabajo con su vida personal.
Con perfiles tan diversos, ¿cómo
conectamos en un mismo ambiente de trabajo a las diferentes generaciones?...
-
Primero deberíamos focalizarnos
en tener líderes inclusivos, que
puedan conocer, entender e integrar a cada uno con sus “características”. Y que esos líderes, a su vez, conozcan a su
equipo.
- Realizar actividades de sociabilización entre todos, aumentando la
comunicación y el conocimiento entre ellos. Desayunos, festejos de cumpleaños, día del
niño y demás acontecimientos de bien común ayudan a lograr este objetivo.
-
Que las decisiones sean
compartidas dentro del equipo. Consultar
opiniones y buscar apoyo al momento de definir “algo”, una dinámica que
promueve la participación de todos en general.
-
Fortalecer la comunicación por los
medios de cada generación, para que de esa forma todos estén al tanto según
“sus códigos”.
-
También es necesario que la
organización tenga foco en el negocio, que se mida a las personas por su
desempeño y colaboración con el equipo. Ofrecer oportunidades de crecimiento,
desarrollo en procesos y prácticas innovadoras de gestión de talentos.
Crear equipos unidos, auténticos,
logrará el mayor potencial de cada generación y la mayor eficiencia del equipo
como un todo.
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