(Diario Expreso) Para nadie es un secreto que los corruptos no tienen empacho en aprovecharse de la miseria de las personas desposeídas para hacer fortuna. Esto es los que estaría sucediendo en las comunidades nativas de la selva, donde las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) han logrado asentarse para recibir millonarios aportes de la cooperación internacional con la promesa de mejorar las condiciones de vida de las etnias amazónicas. Sin embargo, luego de varios años, la condición de pobreza extrema de estos grupos sociales sigue siendo la misma.
Las víctimas de este aprovechamiento innoble son los miembros de las etnias de Nueva Shawayo, Santa Rosa, Sawawao, Sawaito y Abujao, quienes viven en las inmediaciones de la línea fronteriza que se extiende entre los hitos 34 y 74 del límite entre el Perú y Brasil.
Estos hitos están custodiados por asentamientos poblacionales de asháninkas, marinahas, asheninkas, capanahuas, saranahuas, shipibos, conibos, entre otros, que se encuentran asentados en los 5,500 kilómetros de línea fronteriza, desde la zona del Purús hasta Abujao y Shawaito.
Las víctimas de este aprovechamiento innoble son los miembros de las etnias de Nueva Shawayo, Santa Rosa, Sawawao, Sawaito y Abujao, quienes viven en las inmediaciones de la línea fronteriza que se extiende entre los hitos 34 y 74 del límite entre el Perú y Brasil.
Estos hitos están custodiados por asentamientos poblacionales de asháninkas, marinahas, asheninkas, capanahuas, saranahuas, shipibos, conibos, entre otros, que se encuentran asentados en los 5,500 kilómetros de línea fronteriza, desde la zona del Purús hasta Abujao y Shawaito.
Donaciones
EXPRESO constató que las ONG que “trabajan” en esa zona solo han distribuido caramelos, polos, panes, galletas, pastillas para la fiebre y calendarios religiosos a algunas comunidades nativas, en donde filmaban y tomaban sus fotos para enviarlos a sus sedes que están en Europa para justificar las “donaciones”.
Esta dramática realidad fue denunciada por el ingeniero Luis Huerto Milla, expresidente de Corde Ucayali entre los años 1985 y 1989 y expresidente regional de Ucayali entre 1990 y 1992.
“Según la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI), en el país operan 1,704 ONG, de las cuales sólo se ha fiscalizado una muestra de 245, que han intervenido en ciertos programas sociales desarrollados en la Selva, y que solo habrían provocado algunas acciones de violencia”, enfatiza Huerto Milla.
Indicó que el monto de la cooperación internacional el año 2006 fue de 500 millones de dólares y que esa suma se incrementó en más de cien millones de dólares el 2007, lo que suma 1,100 millones de dólares, pero no hay resultados concretos en la mejora de las condiciones de las comunidades nativas.
La exautoridad regional precisó que la APCI es el ente rector de la cooperación técnica internacional y tiene la responsabilidad de conducir, programar, organizar y supervisar la cooperación internacional no reembolsable. “Sin embargo, todo es letra muerta porque la APCI tiene su oficina en la avenida Pardo, en pleno corazón de Miraflores, mientras que los nativos viven en la intemperie y en la más absoluta pobreza”, sentenció.
Falsas promesas
El investigador denunció que las comunidades nativas fueron seducidas por las ONG con falsos ofrecimientos como mejora de las semillas de frejol, maíz y maní, entre otros productos. “Ellos no mejoraron las condiciones, pero sí se aseguran fabulosos sueldos durante la duración de sus proyectos. Respecto al proyecto “Asháninkas” informaron que con el dinero se tenía que hacer talleres. Al final se les solicitó la información final de los gastos, lo que nunca se rindió”, dijo.
Sostuvo que, en el mismo puerto del río Amazonas, el presidente Ollanta Humala ofreció mayor presencia del Estado en zonas de frontera. Fue luego de poner en marcha el sistema de atención Móvil de Urgencia Fluvial, en la localidad de Santa Clotilde, el día 14 de julio del 2012. “Me parece que el mandatario se olvidó de su ofrecimiento”, anotó Luis Huerto. (aporte de Luis Peña)
EXPRESO constató que las ONG que “trabajan” en esa zona solo han distribuido caramelos, polos, panes, galletas, pastillas para la fiebre y calendarios religiosos a algunas comunidades nativas, en donde filmaban y tomaban sus fotos para enviarlos a sus sedes que están en Europa para justificar las “donaciones”.
Esta dramática realidad fue denunciada por el ingeniero Luis Huerto Milla, expresidente de Corde Ucayali entre los años 1985 y 1989 y expresidente regional de Ucayali entre 1990 y 1992.
“Según la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI), en el país operan 1,704 ONG, de las cuales sólo se ha fiscalizado una muestra de 245, que han intervenido en ciertos programas sociales desarrollados en la Selva, y que solo habrían provocado algunas acciones de violencia”, enfatiza Huerto Milla.
Indicó que el monto de la cooperación internacional el año 2006 fue de 500 millones de dólares y que esa suma se incrementó en más de cien millones de dólares el 2007, lo que suma 1,100 millones de dólares, pero no hay resultados concretos en la mejora de las condiciones de las comunidades nativas.
La exautoridad regional precisó que la APCI es el ente rector de la cooperación técnica internacional y tiene la responsabilidad de conducir, programar, organizar y supervisar la cooperación internacional no reembolsable. “Sin embargo, todo es letra muerta porque la APCI tiene su oficina en la avenida Pardo, en pleno corazón de Miraflores, mientras que los nativos viven en la intemperie y en la más absoluta pobreza”, sentenció.
Falsas promesas
El investigador denunció que las comunidades nativas fueron seducidas por las ONG con falsos ofrecimientos como mejora de las semillas de frejol, maíz y maní, entre otros productos. “Ellos no mejoraron las condiciones, pero sí se aseguran fabulosos sueldos durante la duración de sus proyectos. Respecto al proyecto “Asháninkas” informaron que con el dinero se tenía que hacer talleres. Al final se les solicitó la información final de los gastos, lo que nunca se rindió”, dijo.
Sostuvo que, en el mismo puerto del río Amazonas, el presidente Ollanta Humala ofreció mayor presencia del Estado en zonas de frontera. Fue luego de poner en marcha el sistema de atención Móvil de Urgencia Fluvial, en la localidad de Santa Clotilde, el día 14 de julio del 2012. “Me parece que el mandatario se olvidó de su ofrecimiento”, anotó Luis Huerto. (aporte de Luis Peña)
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