(Foto / Video: Youtube / Armando Chilon)
Efectivos antimotines abrieron fuego con escopetas de grueso calibre, pese a estar prohibidos de usar armas letales en operativos de este tipo. Reportero grabó imágenes que evidencian un claro acto de exceso policial. Mecánico recibió descarga desde corta distancia y luego, en agonía, fue atacado a puntapiés.
(Ernesto Guerrero Lauri y Edgar Jara Rodríguez. La República)
Defendió con vehemencia lo que consideraba suyo, sin imaginar que al final terminaría muerto. Efectivos de la Unidad de Servicios Especiales de la Policía Nacional, recurriendo a un excesivo uso de la fuerza,
dieron muerte ayer con armas de fuego a un hombre de 62 años, quien se resistió a ser desalojado de la casa que ocupaba con su esposa e hijos en un barrio de la ciudad de Cajamarca.
Pese a que el personal PNP tiene prohibido utilizar armamento letal en este tipo de operativos, los agentes que intervinieron no respetaron su propio reglamento.
A plena luz del día, en una zona urbana en la que habitan cientos de familias, abrieron fuego indiscriminadamente con escopetas de grueso calibre.
PADRE DE 7 JÓVENES
La descarga que mató a Fidel Flores Vásquez –mecánico, casado, padre de siete jóvenes– fue disparada a no más de seis metros de distancia.
Un reportero local captó en un revelador video el momento preciso en que la víctima se desploma en el techo de la casa en disputa, cogiéndose con ambas manos el pecho.
La grabación también registra los instantes previos, así como las escalofriantes escenas que protagonizaron los custodios después de tomar el control de la vivienda.
Incurrieron en un claro acto de brutalidad policiaca. El operativo tenía la orden de la magistrada Carmen Nancy Araujo Cachay, titular del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil.
La referida jueza autorizó el desalojo, a pesar de que los ánimos estaban caldeados en el lugar y los ocupantes de la casa, atrincherados en el techo, ofrecían férrea resistencia.
En situaciones semejantes, por falta de garantías, se aconseja suspender la diligencia y reprogramarla para otro día.
VIDAS EN JUEGO
En esta ocasión, la doctora Nancy Araujo Cachay hizo prevalecer su criterio, sin considerar que la vida de varios civiles y de los propios policías estaba en juego.
Al mediodía, ella ordenó el desalojo. No tomó en cuenta que las personas que ocupaban la casa amenazaban, incluso, con hacer estallar un balón de gas propano.
Tampoco consideró que tenían apiladas piedras de diverso tamaño, listas para resistir una eventual intervención.
Era previsible el enfrentamiento; sin embargo, se dejó que la violencia estallara y las cosas quedaron fuera de control.
En el video que registra las imágenes de la trifulca, se aprecia al mecánico Fidel Flores Vásquez desplazarse de un lugar a otro en el techo del inmueble de un piso, edificado con material noble, en la esquina de las calles Diego Ferré y Húsares de Junín.
Desesperado, toma una piedra y la lanza con fuerza hacia la calle, que estaba 'tapizada' por agentes uniformados.
¡De aquí no me saca nadie! ¡Esta es mi casa!, se le escuchó gritar insistentemente.
Segundos después, Flores Vásquez ve con asombro, desde donde estaba, que los policías habían colocado una escalera en el frontis del inmueble, para ingresar.
El mecánico parecía decidido a todo, a juzgar por su reacción. Pues corrió hasta el borde del techo y con fuerza agitó la escalera de madera, cuyos primeros peldaños ya eran escalados por algunos policías.
Justo en ese momento puede apreciarse a uno de los efectivos de la Unidad de Servicios Especiales PNP rastrillar la escopeta que portaba y disparar directo al pecho de la víctima. (La República)
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