Por: Elmer Antonio Torrejón Pizarro
La educación en las áreas rurales de nuestra amazonia, ande o costa, corresponde a un espacio mucho más amplio que esta en estrecha relación con su medio ambiente y cultural, por el hecho de que las personas viven en contacto estrecho con estos aspectos. La educación en estas áreas, tendría que basarse en el estudio de los espacios regionales, ya que existen diferentes tipos de culturas que provienen desde épocas prehispánicas con un desarrollo propio de sus civilizaciones; por ende, un desarrollo cultural autónomo basado en sus propios espacios y tiempos.
Los aspectos sociales, económicos y hasta políticos en los espacios rurales están relacionados estrechamente con los aspectos simbólicos que dictan los cánones culturales en relación con su ecología. En un inicio, los aspectos simbólicos, se construyen a partir de una educación doméstica que deviene de generaciones pasadas.
Estos aspectos se materializan en la variada tradición oral, musical, danzaria, gastronómica; en suma, en toda esta plataforma cultural que ha construido el hombre peruano rural en relación con su naturaleza. Se ha producido entonces una “corresponsabilidad” entre el hombre y su medio ambiente que ha hecho que la naturaleza de vida al hombre, y éste rinda culto y proteja a los elementos de su ecología.
Estos aspectos se materializan en la variada tradición oral, musical, danzaria, gastronómica; en suma, en toda esta plataforma cultural que ha construido el hombre peruano rural en relación con su naturaleza. Se ha producido entonces una “corresponsabilidad” entre el hombre y su medio ambiente que ha hecho que la naturaleza de vida al hombre, y éste rinda culto y proteja a los elementos de su ecología.
La educación doméstica en el área rural consiste en un aprendizaje primario, donde los ancianos(as) cumplen el rol pedagógico entre los jóvenes y niños. Son ellos los que enseñan a “domesticar” el mundo natural a través de tradiciones orales, que más que narraciones, son normas “consuetudinarias” que rigen el desarrollo de los pueblos, manteniendo un orden, estructura, funcionalidad y formas de vida.
No se trata de entender una relación univoca con otro ser vivo o social semejante, sino, entender la relación estrecha de los hombres y la sociedad en su conjunto con un “ser personalizado” que da vida: la naturaleza. Es en este aspecto que radica la diferencia entre un hombre o sociedad de la selva o ande, con nuestras sociedades occidentales. El respeto y hasta el culto a la ecología. Mientras que nosotros “involucionamos”, destruyendo nuestro entorno ecológico y homogeneizando culturas por medio de la alienación; los pueblos rurales evolucionan, protegiendo el medio ambiente y repotenciando sus identidades culturales diversas.
Las manifestaciones tradicionales en el Perú rural representan las primeras formas de aprendizaje educativo. La variedad de estas tradiciones encierran todo un conjunto de conocimientos que van cimentando la educación autóctona de los pueblos.
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