La Municipalidad de San Ignacio, en el departamento de Cajamarca, se ha caracterizado por su lucha a favor de la ecología, recibiendo el reconocimiento como "Municipalidad ecológica". Señala un mensaje de su portal web lo siguiente:
El bosque es un recurso de ilimitada gentileza y benevolencia que no pide nada y da a todos el fruto de su actividad vital; da protección a los seres y ofrece sombra aún al leñador que lo destruye.
Ahora es necesario volver a mirar el mundo con los mismos ojos que los miraron aquellas culturas, con un profundo respeto, y siendo concientes que si no hacemos eso ahora, nuestros hijos heredaran un mundo lleno de problemas o quizá ya no hereden nada de lo que hoy vemos, respiramos y comemos.
La defensa del medio ambiente y particularmente de los recursos más próximo a nosotros como el agua y los bosques requieren tener una bizarría única para defenderlos pues los que pretenden destruirlos no solo van a intentar destruir estos recursos sino a quien intente defenderlos.
En 1992, el Perú vivía una serie de acontecimientos sangrientos propiciados por el terrorismo y las FFAA, de ese modo quien sufrió las escaramuzas de todo ese juego cruzado fue el pueblo, San Ignacio no fue exento de esta dolorosa situación que tuvo como escenario la defensa de los bosques, quizá un escenario diferente, pero teñido de dolor, valor y heroísmo.
Incafor una empresa maderera en complicidad con autoridades y fuerzas armadas, construyó una serie de argumentos que terminaría por llevar a la más dolorosa historia de nuestro pueblo.
11 campesinos, hijos de esta tierra, fueron sometidos a una serie de sufrimientos acusados injustamente de ser terroristas, el argumento que todos tienen cuando se defiende de forma pacífica el medio ambiente, este hecho es uno de los momentos más importantes de nuestra historia pues estos hombres unieron a un pueblo que no cesó de pedir justicia y su grito llegó a todo el mundo pues instituciones internacionales, vieron la gran gesta de estos hombres y se unieron a la causa.
Un 5 de Marzo estos valientes hijos de San Ignacio salieron en libertad después de una serie de improperios físicos mentales y hasta patrióticos, gracias a una serie de esfuerzos de instituciones y del pueblo volvieron a respirar un aire que parecía derretirse en su nombre “justicia”, pero que significó todo este esfuerzo; pues desde el adolescente, el campesino, hasta el profesional de esa época se unió para defender a quienes sufrieron por defender una causa justa.
El 5 de marzo es un día en que nadie olvidará, pues San Ignacio por primera vez unió fuerzas para defender su casa.
La lucha por la preservación y conservación de los bosques, tierras y aguas, continúa teniendo como guía el ejemplo de 11 valerosos campesinos.
El bosque es un recurso de ilimitada gentileza y benevolencia que no pide nada y da a todos el fruto de su actividad vital; da protección a los seres y ofrece sombra aún al leñador que lo destruye.
Ahora es necesario volver a mirar el mundo con los mismos ojos que los miraron aquellas culturas, con un profundo respeto, y siendo concientes que si no hacemos eso ahora, nuestros hijos heredaran un mundo lleno de problemas o quizá ya no hereden nada de lo que hoy vemos, respiramos y comemos.
La defensa del medio ambiente y particularmente de los recursos más próximo a nosotros como el agua y los bosques requieren tener una bizarría única para defenderlos pues los que pretenden destruirlos no solo van a intentar destruir estos recursos sino a quien intente defenderlos.
En 1992, el Perú vivía una serie de acontecimientos sangrientos propiciados por el terrorismo y las FFAA, de ese modo quien sufrió las escaramuzas de todo ese juego cruzado fue el pueblo, San Ignacio no fue exento de esta dolorosa situación que tuvo como escenario la defensa de los bosques, quizá un escenario diferente, pero teñido de dolor, valor y heroísmo.
Incafor una empresa maderera en complicidad con autoridades y fuerzas armadas, construyó una serie de argumentos que terminaría por llevar a la más dolorosa historia de nuestro pueblo.
11 campesinos, hijos de esta tierra, fueron sometidos a una serie de sufrimientos acusados injustamente de ser terroristas, el argumento que todos tienen cuando se defiende de forma pacífica el medio ambiente, este hecho es uno de los momentos más importantes de nuestra historia pues estos hombres unieron a un pueblo que no cesó de pedir justicia y su grito llegó a todo el mundo pues instituciones internacionales, vieron la gran gesta de estos hombres y se unieron a la causa.
Un 5 de Marzo estos valientes hijos de San Ignacio salieron en libertad después de una serie de improperios físicos mentales y hasta patrióticos, gracias a una serie de esfuerzos de instituciones y del pueblo volvieron a respirar un aire que parecía derretirse en su nombre “justicia”, pero que significó todo este esfuerzo; pues desde el adolescente, el campesino, hasta el profesional de esa época se unió para defender a quienes sufrieron por defender una causa justa.
El 5 de marzo es un día en que nadie olvidará, pues San Ignacio por primera vez unió fuerzas para defender su casa.
La lucha por la preservación y conservación de los bosques, tierras y aguas, continúa teniendo como guía el ejemplo de 11 valerosos campesinos.





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