La noticia de los 09 policías fallecidos encontrados hoy en la recuperación de la Estación 06 de Petroperú es espeluznante por el estado en que se encontraron. Ahora los bárbaros han sido los awajún. Condenable desde todo punto de vista.
La lógica es simple al parecer. Ayer la barbarie policial en Siempre Viva enardeció a los awajún que se enteraron de todo estando en Kuzú Grande, a unos cien kilómetros al norte de Bagua, y tomaron como rehenes a los policías que les acompañaban en la toma de la Estación petrolera. Solamente acompañaban porque eran miles los awajún y dominaban la situación.
Hoy la policía al desalojar a los awajún, se encontrò con una terrible realidad. Habían sido asesinados nueve policías de los 38 que habían acudido al lugar obedeciendo al Gobierno para resguardar una importante zona de bombeo petrolero.
No tenía que ser así. Todo lo que viene pasando es consecuencia tras consecuencia de una falta de respuesta productiva por parte del Gobierno a una demanda interpuesta en agosto del año pasado.
Estoy seguro que si el desalojo era pacífico, todo se hubiera resuelto sin consecuencias fatales. Nuestro dolor sigue con los policías y los awajún a la vez porque sus designios fatales y sus actitudes son fruto de una orden de la alta dirección del Gobierno.
El jefe de la VI Brigada de Selva, general de brigada Raúl Silva Albán, informó hoy que la zona de la Estación 6 de Petroperú, en la localidad de Imacita, provincia de Bagua (Amazonas), se encuentra despejada de nativos tras la incursión de las fuerzas del orden.
0 comentarios