Región Amazonas

A casi un año de los luctuosos sucesos del 5 de junio del 2009 en Siempre Viva, una humilde mujer, viuda y madre de cuatro hijas mujeres, dos de ellas adolescentes, reclama justicia y reparación por el asesinato de quien fuera su esposo, el mismo que cayera bajo las balas de un policía en plena avenida Chachapoyas, cerca de Farmacia Vidal, en Bagua Grande.
Se trata de Rufina Linares Terrones, de 3l años de edad, la misma que preparaba el humilde almuerzo para su familia el pasado cinco de junio del 2009, en su domicilio del barrio La Esperanza de Bagua Grande, cuando recibió la noticia que su cónyuge, el agricultor Alejandro Salazar Huamán, había sido conducido grave al Hospital Santiago Apóstol, al haber sido alcanzado por varios proyectiles en momentos que se dirigía a comprar medicinas para el cultivo de su arroz en la pequeña parcela que conducía.
La infortunada esposa corrió rumbo al hospital y, efectivamente, allí encontró a su fiel compañero, pero sin vida. Sus lágrimas no alcanzaron para entender lo que había pasado y sus palabras no alcanzarían tampoco para explicar a Julia Esther (16), Cristina (13), Orfelinda del Pilar (8) y Bertha (3) que a partir de ese momento se habían quedado sin papá.
En lo referente a los hechos sucedidos en la ciudad de Bagua Grande el 5 de junio del 2009, luego de que el pueblo se enteró de la masacre de policías y nativos en la Curva del Diablo, el Informe en Minoría de la Comisión Especial para Investigar y Analizar los Sucesos de Bagua, en su página 110 dice: “Tampoco ninguno de los dos muertos en Bagua Grande producto de la balacera participaba de las manifestaciones, dejando ver que el uso de armas porparte de los policías fue masivo y descontrolado. Una de las víctimas, Alejandro Salazar Huamán, venía de su chacra para recoger abono, hacia las 10:30 y al llegar a la avenida Chachapoyas se dio con la sorpresa que las tiendas estaban cerradas. Camino a su casa fue víctima de un disparo de la policía. Porfirio Coronel Jiménez salía de un restaurante en la misma avenida, cuando fue impactado por una bala a la altura del tórax que le ocasionó la muerte. En ambos casos, los familiares han interpuesto denuncia ante la fiscalía”. En la misma página, nota 340, se lee: “Una tía de Alejandro Salazar Huamán aportó estas informaciones a la Comisión. Añadió: Al retornar a su casa, le agarra el balazo; entra por acá y sale por acá y lo mata… Todos gritaban: el Alexis, un policía, lo mató. No me consta”
Perdido el esposo, Rufina Linares espera más de 10 meses que la fiscalía le informe algo sobre su denuncia. Ella es ahora padre y madre para sus cuatro hijas, todas ellas estudiando. En enero de este año, nos cuenta, la visitaron unos dirigentes de AIDESEP y le dijeron que le iban a proporcionar ayuda, preguntándole qué era lo más urgente que necesitaba. Ella les contestó que una casa, porque no tenía dónde vivir. Entonces la llevaron al sector San Luis de Bagua Grande y compraron una casa humilde, cuya propiedad llevaron a registrar al Notario Público Dr, Diógenes Celis Jiménez. Pero desde esa fecha, no supo más del asunto y no ha recibido la tan ansiada casita.
El Frente Patriótico de Amazonas apoyará las gestiones que sean necesarias para que esta madre pobre y humilde no quede desamparada, ni ella ni sus cuatro hijas, y para que el asesinato de su esposo, el agricultor Alejandro Salazar Huamán, no quede impune, se identifique al policía que le disparó y se le castigue. Para eso se cuenta con un video del momento en que murió Alejandro y que ya ha sido entregado a la Comisión que integran el líder nativo Jesús Manacés Valverde y la Hermana Carmen Gómez Calleja.