Región Amazonas

Informa: Luis Peña Vergaray
Dario Shuwitsamajain, Rubén Antón Pijuch y Nicanor Juwau, nativos Awajún de El Cenepa, fueron encontrados por José Leyva Mendoza, jefe de Campamento de la minera Afrodita el miércoles 22 de diciembre, alrededor de las 9.00 de la mañana, en una tienda de abarrotes de Chinanpintza, pequeña localidad ecuatoriana en la frontera con el Perú.
Los tres nativos abordaron al ingeniero de la minera Afrodita y le pidieron hablar. Ellos le contaron que habían llegado hace unos días a esta zona traídos por el señor Nicolás Pareja Guillen, quien en Santa María de Nieva y en Bagua ha puesto publicidad radial en la que invita a todos los pobladores a venir a la zona donde está el campamento de la Compañía Minera Afrodita, señalando que en esta zona hay libre acceso fronterizo, buena caza y pesca, que era una buena zona para que se establezcan los nativos de El Cenepa. Dijeron que por este aviso es que muchos pobladores de El Cenepa estaban animados a venir a esta zona de la frontera ecuatoriana, pero que en esta ocasión sólo llegaron ellos tres hasta Chinanpintza porque el resto no tenía los medios económicos suficientes para hacer un recorrido tan largo que supone ingresar a territorio ecuatoriano y porque por las festividades navideñas los pasajes habían subido.
Los nativos, dijeron, que al llegar ellos se dieron cuenta que la realidad es otra y no como les había dicho el señor Pareja Guillen, que por este motivo habían discutido con él y porque allí en el Ecuador se dieron cuenta que el señor Nicolás Pareja Guillen en realidad era un minero informal, que además ofrecía en venta explosivos a los mineros informales ecuatorianos y que quería obligarlos a ellos a dedicarse a la minería informal, ingresando a escondidas al lado peruano de la frontera por la noche. Pero, como ellos no se sometieron a las exigencias de Pareja Guillen éste les había abandonado a su suerte y estaban sin dinero para retornar a sus comunidades ni para alimentarse, que por eso pedían ayuda a la minera Afrodita.
Asimismo, el nativo Nicanor Juwau, sostuvo que él había seguido a este señor para saber en realidad qué es lo que está haciendo y poder informar a su comunidad para que no sean engañados.
Ante el pedido de los nativos, el funcionario de la minera intervino para apoyarlos en su traslado a la localidad de Paquisha, donde les invitaron a almorzar y descansar. Luego con autorización de sus superiores en Lima les brindó apoyo económico para los gastos de traslado de los comuneros Awajún a su terruño.
Antes que partan los nativos, el funcionario de la minera les habría señalado que ahora que ya conocían el campamento de la minera Afrodita cuenten la verdad de lo que han visto en su tierra, los trabajos de exploración que realizan cumpliendo los estándares establecidos por ley para garantizar el cuidado del medio ambiente, así como la remediación de los pasivos ambientales causados por mineros informales.