
A Fidel hasta en dos oportunidades trataron de reanimarlo ya que el intentaba ganarle a la muerte, pero un segundo paro cardiaco fulminante acabo finalmente con su vida. Como él siempre lo decía “El comando nunca muere” inmediatamente una ambulancia de relevo, trasladó a la paciente gestante y pudieron salvarle la vida en la ciudad de Bagua. Una pérdida para Condorcanqui fue la partida de un gran amigo como fue Fidel Samaniego, más conocido por haber sido uno de nuestros héroes por haber participado en el conflicto del Cenepa (1995), combatió en Tiwinza y regresó a Condorcanqui - Amazonas, su tierra, bañado en gloria.
Aquel año no se dejó tocar por una mina, no se dejó rozar por una bala o sacudirse por ningún mortero; debía cumplir con la patria. Valiente. Se espera la llegada de algún representante de Ejército para realizarle los honores que corresponden.
Luis Peña Condorcanqui
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