El poblado indígena de Barrio Florido, región Loreto, fue víctima de un nuevo derrame de petróleo, producido por la empresa Petroperú, cuando siete barriles de gasolina cayeron, el domingo pasado, en la quebrada Ramírez, ubicada en las cercanías de dicho pueblo, afectando alrededor de una decena de comunidades que se encuentran ubicadas en esta zona y de cuyas aguas obtienen el alimento diario de su dieta.Los pobladores informaron que a primeras horas de la mañana encontraron la quebrada “brillante” y con peces muertos flotando en ella. “El olor era fortísimo, los peces flotaban muertos. Nos han contaminado el agua”, recordó Claudio Pereira, indígena que habita a orillas de la quebrada.
Una cuadrilla de trabajadores de la empresa se aproximó a las 6 a.m. de ayer de ayer para colocar barreras y retirar los fluidos químicos vertidos en la zona, la cual discurre hasta el río Amazonas. Sin embargo, el daño sería irremediable.
Cabe precisar que la refinería mencionada tiene antecedentes en este tipo de accidentes. Por ejemplo, en enero del 2009 cuatro barriles de hidrocarburos también se derramaron y contaminaron la misma comunidad.
Según el gerente de operaciones de Petroperú, Arturo Reátegui Ríos, una válvula mal cerrada vertió la gasolina durante una hora a la quebrada de amortiguamiento, ubicada dentro de las instalaciones de la refinería. Indicó además que fue un accidente controlado y que el plan de contingencia, aplicado luego del derrame, terminó a las 3:30 p.m.
Sin embargo, Waldir Pereira, vecino de Barrio Florido, mencionó que el olor tóxico, los peces muertos y las manchas aceitosas que aún quedan son muestras del daño que ha sufrido el ecosistema de su comunidad. “Si te bañas en estas aguas, te pica todo el cuerpo”, aseguró. (AIDESEP)
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